Al pintor Luis mera
Entre dóricas brumas diamantinas
tu mano busca desnudar la idea,
mientras en el espacio verdecido
la luz es un pretexto de las sombras.
Tus dedos colmeneros peregrinan
en vuelos sideral para ir vertiendo
los perfumes de todos los vergeles
en un bello tapiz tornasolado.
Con el alma en eterna primavera
rescatas el dolor que en la ceniza
queda como rescoldo inamovible.
Y aliados a la cola de una estrella
tus ojos se emborrachan de ambrosía
en el lirio ideal de tu paleta.
Ramón
Gallar.
No se advierte en los cuadros de
Luis Mera una factura negligente que revele pincelada instintiva, si no la correspondencia
de tonos y proporciones que trasluce una mente reflexiva existe en ella un
virtuosísimo buscado por su propio valor en la fluidez de los medios tonos
tanto como en la realidad casi intangible
¿No representan acaso sus paisajes
y floreros el aporte decisivo de Degas a la fugacidad impresionista?. Su
cota de lo imprevisto sorprende en ellas el movimiento como flujo incesante.
Y esos instantes de luz que
fija Mera en sus cuadros se liga con el movimiento anterior al que trata de
retener.
Decía Cezáne que
"cuando el color arriba a su riqueza, la forma alcanza su
plenitud". En los cuadros de este pintor madrileño la masa densa y
graneada coloca razonamientos íntimos de naturalidad, por eso tal vez, con desdén
por los temas literarios y simbólicos, pinta Luis Mera preferentemente figuras
de la vida cotidiana, de una realidad atmosférica y coherente coma hondamente
asentada en su voluptuosa duración.
Ramón Sáez
Sus figuraciones arrogadas por
una manchas libres sin perfiles y sin contornos, evolucionan y se transforma,
nacen o desenlace, son como nubes en marcha que fueran aglutinándose de belleza
enigmática que adquiere su más noble profundidad encerrados en el espacio del
lienzo.
Yo quiero dejar constancia
de su sentido de la belleza, de su apasionada vocación por la belleza. algunos
dirán que no es un nombre excesivamente conocido, que sus cuadros no han entrado aún
definitivamente en la rueda comercial, pero él y sólo él es el responsable. de
otro modo si su pintura se aupase al lugar que le corresponde por derecho
propio el mismo pintor renunciará a ello. y nosotros nos veríamos
privados de esta magia luminosa de las gentes y las cosas que nos cuenta desde
su lienzos Luis Mera
Lalo
Azcona
LUIS
MERA: MAESTRO DEL COLOR DE LA LUZ
Luis Mera, un pintor universal, un artista que
trasciende la representación del paisaje para capturar la esencia misma de
la luz y el color. Su maestría para plasmar el alma de la realidad lo convierten en un maestro de su género, cuyas obras siguen fascinando a quienes buscan la
belleza.
Cuando se habla de la prodigiosa intelectualidad de
un artista como Luis Mera, es esencial comprender que su genialidad supera la habilidad técnica. Su pincelada extraordinario suelta y expresiva, es una
manifestación de su individualidad y su visión única de la verdad profunda de las ideas.
Su genial creatividad se manifiesta en la profunda
comprensión y la interpretación personal que plasma en sus obras.
Mera no solo pinta paisajes o retratos, sino que los
interpretaba con una sensibilidad exquisita. Su manejo de la luz y el color
refleja un estudio profundo de cómo estos elementos interactúan en la magia de
su pintura.
Su capacidad para capturar la fugacidad de la luz y
su riqueza cromática demuestra una mente aguda y observadora, capaz de analizar
y sintetizar la complejidad de su creación natural
Sus pinturas son emociones expresiones de su
conexión emocional con la vida.
Su pintura comunica la esencia de la experiencia
humana de la contemplación de la sublime divinidad del maravilloso mundo que nos rodea.
Manuel García Gil
Los tonos rosados grisosos, matizados exquisitamente, leves a pesar de la
densidad mate de las materias, van componiendo paisajes, figuras agrupadas,. es
una pintura delicada y robusta al mismo tiempo. una luz tibia y lechosa lo
envuelve todo.
Es una pintura que parece pretender fijar lo huido. Estamos
ante un artista que parece pintar recuerdos, que quiere reducir la realidad a un aroma de color.
José Hierro
Mera introduce en la poética del realismo nuevo una
vagorosidad que paradójicamente, extrema la delicada realidad de las cosas. la
paleta leve y suave de blancos argentados y grises en gama amplísima, evoca la
lírica hiperboreidad de Cossio.
A.
Campoy
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